La agricultura supone una de las actividades
fundamentales del sector primario en Argentina.
La región más importante en esta actividad es la
región Pampeana (este de argentina) gracias al clima y los suelos. También existen
áreas que presentan condiciones favorables para los cultivos tropicales y otras
grandes zonas donde la agricultura necesita la ayuda del riego artificial.
La principal producción agrícola es el cultivo de
cereales como el trigo y el maíz, los cuales se realizan en la región pampeana;
y de arroz, centralizados en el Noreste y Noroeste del país. Además de estos
cereales se cultivan sorgo granífero, avena, cebada cervecera, centeno, mijo y
alpiste.
En cuanto a los cultivos
industriales, existen cultivos muy diversos: oleaginosos (comestibles e
industriales), textiles y plantas estimulantes. En la región de La Pampa se presentan los
cultivos de girasol, maní y lino; en el Noreste de Argentina los de algodón,
yerba mate, té, tabaco y tung; en el Noroeste los de tabaco, caña de azúcar y
vid y en el centro y Oeste los cultivos de bajo riego.
La importancia y el avance de la difusión de la
soja ha hecho desplazar de su área cultivos como el maíz y el trigo y se han
obtenido cosechas espectaculares por su alto rendimiento. El café, aún teniendo
una producción ínfima en relación al consumo de los argentinos, cubre las
necesidades de café del país. Sus zonas de cultivo están en la provincia de
Salta, Misiones y se están realizando cultivos experimentales en Tucumán.
En Argentina existen tres tipos de productores: los
pequeños, los medianos y los grandes productores. Los grandes productores han
logrado una modernización y reestructuración de la agricultura incorporando
nuevas tecnologías, lo que ha hecho que aumente su productividad y mejore la
calidad de las cosechas, por lo que estos productos se destinan al mercado
externo. Ocupan grandes superficies y utilizan el riego artificial. Los
pequeños y medianos productores son más desfavorecidos, ya que no pueden
incorporar las nuevas tecnologías, son poseedores de menos hectáreas de terreno
y su capital es escaso. Satisfacen el mercado interno, su productividad es más
baja que la de los grandes productores y su mano de obra es arcaica. Muchos de
estos productores han llegado a cerrar por la importancia de las grandes
empresas.
En la segunda mitad del siglo XIX, Argentina
recibió una gran cantidad de inmigrantes europeos (la mayoría procedentes de
Italia, España y Alemania) que se dedicaron a la agricultura, lo que supuso un
avance muy importante en producción y modernización de las técnicas. Esto
permitió también que las cosechas se pudieran destinar a la exportación.
Los avances que ha experimentado la agricultura son
gracias al uso de agroquímicos, semillas transgénicas y los nuevos sistemas de
producción como la siembra directa.
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